¡Bailar de espaldas a San Antonio: el ritual mágico que cumple deseos en Vilviestre!
Vilviestre del Pinar celebra a San Antonio con una romería llena de color y tradición. El viernes 13 de junio, a las 12h, comienza la procesión desde la Iglesia de San Martín de Tours hacia la Ermita, acompañada por dulzaineros.
Durante la festividad, las mozas visten el traje regional y ofrecen flores al santo, bailando en su honor para que se cumplan las peticiones. Por la tarde, a las 19h, hay actuaciones de jotas castellanas en el frontón viejo.
La jornada incluye un vermut para los vecinos y un baile de tarde (21:30h) con la orquesta ‘Acuarela’, que continúa con un baile de noche a partir de la 1h del sábado 14 en el Ayuntamiento.
Dónde
Cuándo
📅: Eventos principales: procesión (12h), ofrenda floral, jotas (19h), baile de tarde (21:30h)
📅: Baile de noche desde la 1h en Salón del Ayuntamiento
Este viernes 13 de junio de 2025, Vilviestre del Pinar revive una tradición centenaria que convierte la fe en danza. La romería de San Antonio, con sus coloridos trajes regionales y rituales únicos, transforma las calles en un escenario vivo de folclore y comunidad.
La verdad es que este evento es mucho más que una fiesta religiosa. Sus raíces se hunden en 1736, cuando los vecinos pidieron construir una nueva ermita, y hoy mantiene costumbres que parecen sacadas de un cuento antiguo. ¿Lo más fascinante? Ese momento en que las mozas bailan de espaldas alrededor de la iglesia, mirando siempre al santo, para que sus peticiones se cumplan.
Así late el corazón de la celebración:
- ⛪ 12:00h: Procesión con los dulzaineros de Hacinas llevando a San Antonio desde la Iglesia de San Martín de Tours hasta la Ermita
- 💃 Ritual único: Mozas con traje serrano ofrecen flores al santo y ejecutan el baile de espaldas para cumplir deseos
- 🎵 19:00h: Explosión de jotas castellanas con el grupo local en el frontón viejo
- 🕺 21:30h: Baile vespertino con la orquesta ‘Acuarela’ que continuará hasta la madrugada
Y es que en Vilviestre la magia se teje entre notas de dulzaina y pisadas sobre la tierra. Imagina a esas jóvenes girando como remolinos de colores, sus faldas ondeando al compás de una tradición que sobrevivió siglos. No es solo devoción; es complicidad colectiva donde piden desde objetos perdidos hasta encontrar el amor.
Tras la misa, el pueblo vibra con otro ritual: el vermut compartido entre vecinos. Como un abrazo líquido que celebra ese orgullo vilviestrino que perdura generación tras generación. Porque aquí, San Antonio no es solo un santo; es el guardián de memorias que se bailan, se cantan y se transmiten con los ojos brillantes.
Si alguna vez has sentido que las tradiciones auténticas se desvanecen, Vilviestre te espera. Donde las campanas aún llaman a bailar de espaldas, donde las jotas suenan a raíces profundas, y donde un pueblo entero demuestra que la magia existe… si sabes cómo pedirla.