¡Los Reyes presiden el emotivo homenaje a los 1.200 años del primer municipio de España en Brañosera!

Entorno HistóricoHistóricoJunioPalenciaPoco ConocidoVerano
  • Donde
    Brañosera (Palencia)
  • Cuando

La verdad es que ayer vivimos un pedazo de historia con mayúsculas. En el corazón de la Montaña Palentina, Brañosera -ese pueblo que parece sacado de un cuento medieval- reunió a Sus Majestades los Reyes y medio centenar de autoridades para celebrar algo extraordinario: los 1.200 primaveras del Fuero que la convirtió en el primer municipio español. Imagínatelo: cuando Europa se construía a golpe de hacha y pergamino, aquí ya se sentaban las bases de nuestro municipalismo.

Fernández Mañueco, con esa emoción que se le escapaba entre palabra y palabra, lo dejó claro: «Los pueblos son el latido de Castilla y León». Y es que sin ese tejido de 2.248 municipios -¡más de la cuarta parte de toda España!-, nuestro campo sería un alma sin cuerpo. El presidente regional tejió su discurso como un homenaje a los alcaldes y concejales, esos héroes de andar por casa que defienden a sus vecinos con uñas y dientes.

Lo que más caló entre el público fue esa idea poderosa: cada pueblo, por pequeño que sea, es un dique de contención contra la despoblación. Como esos robles centenarios que resisten los vendavales en la montaña palentina, los municipios sostienen servicios esenciales y mantienen viva la llama de la igualdad de oportunidades.

Claves que marcaron el día

  • 📜 El documento fundacional: El Fuero otorgado en año 824 por el conde Munio Núñez, reconocido como partida de nacimiento de nuestras libertades locales
  • 👑 Presencia real: Felipe VI y Letizia compartieron momentos entrañables con vecinos y autoridades como Cristina Ayala, alcaldesa de Burgos
  • 🌳 Compromiso rural: La Junta reafirmó su apoyo a los 2.248 municipios como garantes contra el reto demográfico
  • 🤝 Unión territorial: Representantes de Burgos y Soria testificaron cómo Brañosera simboliza la esencia castellano-leonesa

Cuando los Reyes se despidieron entre aplausos, quedó flotando en el aire ese orgullo de pertenecer a una tierra que inventó el arte de gobernarse. Porque al fin y al cabo, ¿qué sería de nosotros sin esos pueblos que, como Brañosera, llevan doce siglos enseñándonos que la grandeza nace de las raíces bien plantadas?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *